A simple vista resulta una tremenda ironía: miles de personas bañándose en uno de los ríos más contaminados del mundo en un país donde el concepto de higiene no existe. Pero hay un mensaje oculto. Un mensaje religioso. Son aguas sagradas y bañarse en ellas mejora el Karma y purifica a quien lo hace. Por eso todas las mañanas, en la ciudad santa de Varanasi, en la “Ciudad de los Muertos”, miles de personas se acercan hasta la orilla del Ganges a introducirse en las aguas de la Madre Ganga para celebrar la alegría de la vida y la esperanza para el futuro. Ver para creer…
El río Ganges nace en la cordillera del Himalaya y durante casi 3000 kilómetros recorre el subcontinente indio hasta desembocar en el Golfo de Bengala. Un recorrido que le sirve para acumular millones de toneladas de excrementos del país más sucio de la Tierra.
Y a su paso por la ciudad de Varanasi, la ciudad santa de los hindúes, se convierte en la zona de baño más importante de todo el país. Según cuenta la leyenda “Ma Ganga” o la “Madre Ganga” se convierte en una fuente de vida para los hombres. Y meterse en sus aguas es símbolo de purificación, de alegría y de esperanza.
Como concepto religioso está muy bien. Pero como concepto sanitario es un auténtico disparate. El agua marrón tiene una de las mayores concentraciones de heces de todo el planeta. Con lo que ello supone: virus, enfermedades… Cualquier occidental que se adentre en ellas y una mínima cantidad penetre en su cuerpo pone su vida en serio peligro. Sin embargo, los hindúes se bañan, juegan en ella, limpian la ropa, sus cuerpos y hasta se lavan los dientes con el putrefacto líquido elemento.
Es sobrecogedor. Miles de cuerpos semidesnudos solo cubiertos por harapos deshilachados y sucios, con los pies negros de caminar descalzos por la vida y procedentes de todas las partes del país se agolpan sobre las aguas. Huele a putrefacción, a excrementos, a basura… Pero nada les detiene. Se bañan y rezan.
Es además un río lleno de cadáveres, porque como explicaré más adelante, a escasos metros de donde miles de personas se bañan, se incineran y se tiran al agua atados a piedras cientos de cuerpos al día. Cuerpo de ancianos, de enfermos, de leprosos… Otro varapalo para la higiene del lugar. Pero esto no supone un problema para ellos porque sus creencias son más fuertes que la realidad.
Todos los hindúes tienen 3 madres: la biológica, la vaca y el Ganges. Y todo sabemos que una madre jamás haría daño a un hijo. Algo que visto lo visto empiezo a no tener tan claro.
Por eso es imprescindible madrugar, coger una barca y recorrer los Ghats de Varanasi al alba cuando miles de personas se acercan hasta las aguas a realizar su ritual purificador. Seguramente aquello que ellos creen que les salva les está matando. Pero los mata con ilusión y con fe, que a fin de cuentas, es una forma más feliz de morir para cualquier creyente independientemente de la religión que profese.